Utilizar el idioma con
cierta seguridad y flexibilidad, receptiva y productivamente, tanto en forma
hablada como escrita, así como para mediar entre hablantes de distintas
lenguas, en situaciones cotidianas y menos corrientes que requieran comprender
y producir textos en una variedad de lengua estándar, con estructuras
habituales y un repertorio léxico común no muy idiomático, y que versen sobre
temas generales, cotidianos o de interés personal.
Ejecución de mensajes orales y escritos en lengua
inglesa con un nivel de usuario independiente.
Expresión oral: expresar el mensaje con claridad y coherencia,
estructurándolo adecuadamente y ajustándose, en su caso, a los modelos y
fórmulas de cada tipo de expresión. Reajustar el mensaje: identificar lo que se quiere expresar, valorar
las dificultades y los recursos disponibles. Utilizar conocimientos previos. Compensar las carencias lingüísticas mediante procedimientos
lingüísticos (modificar palabras de significado parecido, definir o parafrasear
un término o expresión), paralingüísticos o paratextuales (pedir ayuda, señalar
objetos, usar deícticos o realizar acciones que aclaran el significado, usar
lenguaje corporal culturalmente pertinente con gestos, expresiones faciales,
posturas, contacto visual o corporal, proxémica y usar sonidos
extralingüísticos y cualidades prosódicas convencionales. Expresión escrita: escribir, en cualquier soporte, textos simples con
una estructura lógica sobre temas de su ámbito personal o laboral, realizando
descripciones, sintetizando información y argumentos extraídos de distintas
fuentes. Reajustar el registro o el estilo para adaptar el texto al destinatario
y contexto específico. Utilizar las estructuras morfosintácticas, los patrones discursivos y
los elementos de coherencia y cohesión de uso común. Ajustarse con consistencia a los patrones ortográficos, de puntuación y
de formato de uso común, y algunos de carácter más específico.